La belleza de la poesía andalusí.
II. Poetas de Granada

 


Cuando pienso en Granada me vienen a la mente las calles de la Alcaicería, desde donde seguramente alguien pudo ver pasar las carretas con miles de libros que se habían requisado en la Madraza bajando en dirección a la plaza de Bib-Rambla. Me vienen a la mente las terribles imágenes que nos relata Radwa Ashur en su magnífica novela Granada. Me viene a la mente la intolerancia y la violencia.

Cuántos versos debieron arder, cuánta poesía, cuánta cultura. Y cuántos autores literarios pasaron directamente al olvido mientras las cenizas de su rastro se esparcían por el suelo o ascendían al cielo entre columnas de humo. 

«Para desarraigarles del todo de su perversa y mala secta», dijeron…, incumpliendo así el pacto alcanzado en las Capitulaciones con los reyes cristianos e iniciando así un proceso de limpieza étnica que acabó en unos cien años con los herederos de un sueño de casi ochocientos en la península, los moriscos.

Ahora nos sentimos orgullosos de tener la Alhambra, la Mezquita, la Giralda, las preciosas alcazabas, baños –primer servicio público prohibido–, restos de murallas... y de hablar una lengua con tantas palabras procedentes del árabe...

Pero en realidad ignoramos el alcance de la cultura andalusí, ignoramos la vida literaria de miles de autores, su obra… Valgan estas páginas para recordar, a través de sus versos, a algunos poetas, hombres y mujeres, que nacieron en Granada. 


PRÓLOGO


Cuando vi por primera algunas composiciones cúficas de Paco Fernández, de quien ya conocía yo tipografías cursivas suyas inspiradas en epígrafes de la Alhambra, y a quien debo la paciente y primorosa confección de mi libro La aventura del Cálamo, cuyas páginas convirtió en un tributo al oficio del tipógrafo y del calígrafo, pensé de inmediato que se trataba de cuadros de algún calígrafo árabe de renombre, y me costó creer que eran creación de este diseñador almeriense formado y afincado en Andalucía. 

Al cerciorarme de que era él realmente el artista, sentí una profunda alegría y la emoción de comprobar cómo la caligrafía árabe, seguramente la más versátil cuantas existen, renacía en nuestro suelo y confería, además, modernidad y belleza a los versos que siglos atrás escribieron en árabe sutiles mentes de nuestra tierra. No cabe duda de que si volviera a publicar aquella aventura de la caligrafía árabe, el cúfico poético de Paco ocuparía uno de sus más distinguidos capítulos. 

En este libro-exposición de su serie La belleza de la poesía andalusí, el lector-contemplador disfrutará conociendo poetas, detalles de la historia cultural de la Granada islámica, y espléndidos versos de Ḥassāna al-Tamīmīya (f. s. VIII), primera poetisa conocida de al-Andalus, y de otras que la siguieron (Nazhūn, Umm Hāniʾ, Ḥafṣa al-Rakūnīya o Ḥamda de Guadix…), o la de conocidos poetas como el sufí al-Šuštarī, el gramático y exégeta Abū Ḥayyān al-Garnāṭī o al Basṭī, representante del ocaso andalusí, caligrafiados todos ellos con un hermoso y colorista cúfico cuadrado, florido y arquitectónico.

Paco Fernández, no olvida tampoco homenajear a la poesía mural nazarí, reproduciendo un exquisito cuadro circular del poema de Ibn Zamrak de la Sala de Dos Hermanas, ni de estampar con su sensual y visionario estilo versos de otros poetas de la Alhambra, como el que escribiera Ibn al-Ŷayyāb para la Madrasa Yūsufīya, y este expresivo encomio de la caligrafía árabe salido del cálamo de Ibn al-Jaṭīb, el mayor exponente de la erudición de la Granada andalusí:


Mis ojos no han visto maravilla que iguale a la que produce el cálamo en el tintero:

saca perlas sumergiéndose en un mar de oscuridad.



José Miguel Puerta Vílchez

Doctor en Filología Árabe y Catedrático


Ver el libro entero:

Comentarios

Entradas populares