La belleza de la poesía andalusí.
III. Poetas de Murcia

 



Cuando me sumergí al rescate de los poetas de Murcia mi primera observación fue la falta de edición y traducción de sus obras, y no porque fuera ésta escasa, ni porque haya sido eclipsada por la de Ibn al-ʿArabī, autor que sí ha gozado de pervivencia, supongo que como en tantas ocasiones, es sólo la falta de interés general lo que hace que tantos autores sigan permaneciendo en el olvido.

Pude catalogar casi una centena de autores literarios nacidos en Murcia o en la provincia, de los que se conserva la obra de dos terceras partes de ellos, entre los cuales llama la atención la extensa y olvidada obra de algunos, como por ejemplo Ṣafwān ibn Idrīs al-Tuŷībī, cuya poesía se editó en árabe hace unos años, en un libro que reclama su traducción, ya que de la calidad de su poesía sí hay constancia. 

También me sorprendió que entre esa centena de literatos sólo hubiera mención de dos mujeres, Umm al-Fatḥ Fatḥūna bint Ŷaʿfar, cuyo libro sobre las esclavas cantoras de al-Andalus lamentablemente se perdió y Umm Abū l-ʿAbbās ʿAzīza, autora de una obra ascética también perdida. Vivieron en los siglos xi y xii respectivamente y casi nada se sabe de ellas, pero eso, ya, sería otra historia.

En estas páginas, vamos a recordar a algunas personas que formaron parte de una historia que comenzó hace mil doscientos años, con la fundación de la ciudad de Murcia y que si somos capaces de asimilar, habrá llegado a nuestros días.


PRÓLOGO


«El que no tiene memoria, se hace una de papel».


Esta frase de Gabriel García Márquez describe una de las consecuencias que se derivan del trabajo de Paco Fernández. Es una memoria de papel decorada con

el arte de la caligrafía, una terapia para solucionar la amnesia sobre una parte de nuestra historia. Los avatares del tiempo, como un impacto traumático, provocaron una hipoxia de los elementos culturales de al-Andalus, y nuestro organismo social los olvidó. Quedaron agazapados en palabras, músicas, costumbres, saberes y gastronomía. Idiosincrasia autómata, valores que se usan sin la conciencia de su origen.

El accidentado debe volver a aprender a andar, y el fisioterapeuta le ayuda. Nuestra sociedad, para recuperar esa memoria, tiene una tradición de estudiosos, orientalistas, arabistas y artistas que son los terapeutas para curar nuestra amnesia. Van engrandeciendo nuestra memoria de papel. Al igual que en las lesiones cerebrales, no todo se puede recuperar, ceniza del tiempo. Las caligrafías de Paco sobre textos de poetas andalusíes, son nuevos recuerdos sobre los antiguos, bella memoria de papel tratando de ser fiel a uno de esos versos que él caligrafía en este libro: «Todo arte que no ofrece saber es prescindible», de Ibn Arabi. 


José Antonio Enrique Jiménez

Poeta


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